viernes, 17 de septiembre de 2010

Nanako

Nanako y sus amigos va a ser la nueva serie de  cómic que te ofrece la dibujante Lidia y guionista María Esther.


sábado, 7 de agosto de 2010

Castellar de la Frontera (Cádiz)

     Nuestra constante búsqueda nos ha llevado hasta el castillo de Castellar de la Frontera (Cádiz), tras un día de rastreo, al final de la tarde encontramos escondida entre las casas aquel espacio que se abre hacia las profundidades.







Un lugar de expectacular para vivir y sentir junto con sus vecinos.

Nuestro agradecimiento a esa persona del mundo de la cual no sabemos su nombre, pero que llegó a Castellar mucho antes de aquellos que dicen que la han descubierto. Tras una grata conversación, nos ofreció sin darnos cuenta, aquello que buscábamos y no está escrito. Aún sigue ahí, en su pequeña tienda de souvenirs que se encuentra en la cuesta de entrada a la fortaleza, cada uno de los objetos que tiene en su tienda tiene una historia de otras tierras, de otros tiempos... de otras gentes.

Nuestros primeros dibujos.

Una flor en un jardin

otra flor

a la que se le une una tercera

una cuarta


una quinta

una sexta


una séptima


y una octava


que forman un ramo


miércoles, 4 de agosto de 2010

Félix Rodríguez de la Fuente

Félix Samuel Rodríguez de la Fuente (Poza de la Sal, Burgos 14 de marzo de 1928 - Shaktoolik, Alaska, 14 de marzo de 1980), conocido como Félix Rodríguez de la Fuente, fue un famoso divulgador ambientalista español, pionero en el país en la defensa de la naturaleza, y realizador de documentales para radio y televisión, destacado entre ellos la exitosa e influyente serie El Hombre y la Tierra (1974-1980). Licenciado en medicina y autodidacta en biología, fue un personaje polifacético de gran carisma cuya influencia ha perdurado a pesar del paso de los años. Su saber acercó campos como la cetrería y la etología, destacando en el estudio y convivencia con lobos.
Félix ejerció además como expedicionario, guía de safaris fotográficos en África, conferenciante y escritor, además de contribuir en gran medida a la concienciación ecológica de España en una época en la que el país todavía no contaba con un movimiento de defensa de la naturaleza. Su repercusión no fue sólo a nivel nacional sino también internacional y se calcula que sus series de televisión, emitidas en numerosos países y plenamente vigentes hoy en día, han sido vistas por varios cientos de millones de personas. Murió en Alaska, Estados Unidos, junto con otros cuatro colaboradores al accidentarse la aeronave que los transportaba mientras realizaban una filmación aérea para uno de sus documentales.

     Félix Rodríguez de la Fuente nación en el número 18 de la Calle Mayor de Poza de la Sal, en la provincia de Burgos, el 14 de marzo de 928, hijo de Samuel Rodríguez y Marcelina de la Fuente Ibáñez; tuvo una hermana menor, Mercedes. Su padre era notario de profesión, gran aficionado a la lectura y amante del castellano, por lo que en la casa se respiraba un ambiente intelectual. Debido a la Guerra Civil (1936-1939) y a que su padre no era partidario de una escolarización demasiado temprana se ocupó él mismo de educar a sus hijos en casa por lo que las incursiones de Félix en la naturaleza fueron continuas durante toda su niñez, en el seno de una naturaleza virgen apenas hollada por el hombre. Él mismo describiría su lugar de nacimiento como una "comunidad humana" en "convivencia armónica con los paisajes" que configuraron su "universo zoomórfico". En este ambiente maduró sus experiencias infantiles, que repercutirían en su sensibilidad y pensamiento para crear en el futuro sus hipotésis y propuestas tanto biológicas y antropológicas como de corte fiolosófico que se reflejarían en su obra divulgativa. Veraneaba habitualmente en Santander (Cantabria), ciudad en la que llegó a ejercer profesionalmente su padre. La afición de Félix por la naturaleza le lleva a convertirse poco a poco en un gran conocedor de la zoología y en una de sus excursiones campestres, al observar como un halcón captura un pato, comienza su afición por la cetrería. Comenzó su educación reglada en 1938 en los Sagrados Corazonistas de Vitoria como internado, época que vivió con añoranza por la libertad perdida.

En 1946, por consejo de su padre, que aunque siempre respetó su afición por la naturaleza desconfiaba de sus inclinaciones naturalistas, comienza a estudiar medicina en la Universidad de Valladolid. El primer año, atraído por la libertad recuperada tras sus siete años en el internado y las nuevas experiencias que le brindaba la ciudad, no fue un buen estudiante y sólo aprobó las tres asignaturas más fáciles. En años posteriores, solía encerrarse un mes antes de los exámenes para estudiar y desde el principio destacó en las pruebas orales dada su facilidad de palabra, logrando así las más altas calificaciones. Fue un gran aficionado al deporte, logrando ganar el campeonato universitario de 400 metros lisos. En esta época causa una gran incluencia sobre él el biólogo José Antonio Valverde, que alcanzaría una enorme repercusión internacional a finales de los años cincuenta al enfrentarse a lso planes del Ministerio de Agricultura para desecar las marismas del Guadalquivir, lo que llevaría a la cración en la zona del Parque de Doñana. Además, Valverde compartía su pasión por la cetrería, arte que por aquel entonces llevaba siglo y medio sin practivarse en España pero que Félix se propuso recuperar con la ayuda de los escritos medievales sobre el tema, especialmente el Libro de la caza de las aves de Pero López de Ayala y el Libro de la caça de Don Juan Manuel.

Jacques Yves Cousteau


Según la mitología griega, Calipso (que significa “la que oculta”) era el nombre de la bella hija del titán Atlas, que reinaba en la isla de Ogigia. Cuando a esta isla arribó Ulises, Calipso le hospedó en su cueva, ofreciéndole todas las comodidades posibles, manteniéndole de este modo durante siete años. Tuvo con el héroe cuatro hijos: Nausitoo, Nausinoo, Latino y Teléfono. Pensó la ninfa que el fruto de su amor, retendría al de Ítaca a su lado. Pero nada más lejos de la realidad: Ulises deseaba regresar a su patria, junto a su amada Penélope.
Viendo la situación, Atenea intervino y solicitó a Zeus que ordenase a Calipso dejar marchar a Ulises. Zeus envió a su mensajero Hermes y Calipso, viendo que no tenía más opción que obedecer, le dio materiales y víveres para que se construyera una balsa y continuara su viaje. Ulises se despidió de ella, no sin cierto recelo por si se tratara de una trampa, y zarpó. Algunas leyendas cuentan que Calipso terminó muriendo de pena.
En esta antigua leyenda, encontramos ciertos paralelismos con la suerte que corrió uno de los buques expedicionarios más famosos que han surcado los mares: el Calypso de Jacques Cousteau. Pero, cómo y cuándo se inició la fructífera relación entre el hombre y el famoso buque, es algo que desgranaremos a continuación.

El capitán de un sueño.

Jacques Yves Cousteau nació en Saint André de Cubzac, Francia, el 11 de junio de 1910. En 1930, el joven Cousteau fue admitido en la École Navale de Brest, llegando a ser oficial de artillería de la Armada Francesa, algo que le dio la oportunidad iniciarse en diferentes experimentos submarinos. Sin embargo, su objetivo distaba de tener algo que ver con el fondo del mar, pues deseaba ser piloto.
Sin embargo, un accidente de tráfico acabó con sus ilusiones, ya que le dejó graves secuelas en una mano, y decidió que quizás lo más parecido a volar, era sumergirse en las profundidades marinas, con lo que puso sus miras en el mundo submarino. En 1936 inició las pruebas de unas gafas protectoras que permitían la visión bajo el mar; serían las antecesoras de las gafas de buceo que todos conocemos. Estos primeros coqueteos con la belleza submarina le llenaron de tal forma, que decidió encauzar todas sus energías a aquel inhóspito mundo aún por descubrir.
En 1937 se casó con Simona Melchior, con quien tuvo dos hijos: Jean Michel y Philippe. Tomó parte en la II Guerra Mundial, y durante la conflagración, en su búsqueda por hacer del mar un medio benigno para el hombre, desarrolló en 1943, junto al ingeniero Emile Gagnan el Aparato de respiración submarina autocontenida, o lo que conocemos como "aqua-lung", que comprendía cilindros de aire comprimido y un regulador de gases. Este sistema permitió la popularización del buceo autónomo como deporte, debido a que otorgaba al buzo independencia con la superficie, al no necesitar un cable para el suministro de aire.
Tras la II Guerra Mundial, junto con el oficial naval Philppe Tailliez y el submarinista Frédéric Dumas, eran conocidos como los mousquemers (“mosqueteros del mar”), puesto que se dedicaban de lleno a realizar experimentos, tanto en el mar como en laboratorios, para poder controlar en cierta medida, el medio submarino: eran especialistas en localizar y eliminar las minas submarinas olvidadas de la guerra, en los puertos de Francia y también exploraban diferentes pecios.

En agosto de 1946, junto con Frédéric Dumas, exploró uno de los ríos submarinos más profundos, el Sorgue, en Fontaine de Vaucluse, (Provenza, Francia). A punto estuvo de costarles la vida a ambos la aventura, ya que una importante cantidad de monóxido de carbono se filtró accidentalmente en el sistema de aire de sus aqua-lung, proveniente del compresor de aire diesel que filtraba, precisamente, el monóxido de carbono generado. Cuando ya estaban en estado de letargo, adormilados por el efecto del monóxido de carbono y a una profundidad de 46 metros, entre ambos consiguieron salir a la superficie. Lo irónico es que inmediatamente después de haber logrado salvar la vida, otro grupo de submarinistas se introdujo a bucear en el mismo lugar y a punto estuvieron también de perder la vida, debido al mismo problema. Pero volvería a intentarlo.
En 1950, descubrió en Malta el buque que había de convertirse en su enseña. Se trataba de un viejo dragaminas, botado en 1942, de la Royal Navy, transformado en ferry y que tenía el prosaico nombre de J-826. Cousteau encontró que era ideal para sus planes de explorar los mares y gracias a la financiación de Loël Guinness, el contrato de compra-venta se formalizó oficialmente el 19 de julio de 1950. En el contrato de leasing entre ambos, el Sr. Guiness le cedía el buque al capitán francés por el simbólico precio de 1 franco anual. Acababa de adquirir el sueño de su vida.
Inmediatamente, el Calypso, que fue como se rebautizó al buque, se llevó a los diques de Antibes, en Francia, donde sufrió una profunda transformación que le convirtió en un buque oceanográfico. Una de sus innovaciones era la “falsa nariz”, que era una cámara de observación submarina construida en la proa y equipada con ocho ojos de buey para poder observar. La mayoría del equipamiento fue donado por el sector privado y la Marina Francesa. Jacques Cousteau y su esposa Simone aportaron gran parte de su patrimonio personal para poder obtener recursos para el barco.

En junio de 1951, Cousteau decidió que era de poner el buque en el agua e inició la aventura. Se dirigió primero a Córcega y la tripulación consistía únicamente en una serie de amigos y la familia Cousteau al completo. El 24 de noviembre se inició el trabajo en serio, siendo el primer destino el Mar Rojo, donde iban a estudiar los corales. La tripulación obtuvo valiosos documentos topográficos y fotográficos, así como pruebas de la existencia de flora y fauna submarinas totalmente desconocidas. Cousteau regresó, convencido de que sólo había una solución para la comprensión del mar. Como él decía “Debemos ir por nuestros propios medios”. El Calypso era la herramienta ideal para ese desafío.

La conservación marina.

En julio de 1952, el Calypso se dirigió desde su nueva base en Marsella al islote de Grand Congloué, donde se suponía existía un pecio del S.III a.C. a 40 metros de profundidad. En esta expedición participaría para el estudio un joven Albert Falco, que al parecer trajo suerte, puesto que se encontraron cientos de ánforas y fragmentos de cerámica, que se llevaron a la superficie y donadas al Museo Borely y al Museo de los Muelles Romanos de Marsella. Durante el verano de 1953, el Calypso se empleó para probar unas cámaras submarinas nuevas y flashes electrónicos inventados por el Dr. Harold Edgerton, lo que les permitió fotografiar animales en aguas profundas, llegándose a los límites de la exploración submarina. El buque estaba listo en ese momento para llevar a cabo sus aventuras televisivas, totalmente equipado y tripulado por 28 personas.
En esos años, mediados de los 50, empezó a trabajar con Luis Marden, con quien descubrió nuevas técnicas en la fotografía submarina. El 1963, junto a Jean de Wouters, desarrolló una nueva cámara submarina a la que bautizaron como Calypso – Phot que posteriormente fue patentada por Nikon convirtiéndose en la Calypso – Nikkor. Esta época fructífera del en la producción de ingenios que le permitiese acercarse aún más a la realidad submarina, no se detuvo y junto a Jean Mollard creó el SP-350, un submarino con capacidad para dos personas que podía sumergirse hasta los 350 metros. Sucesivas mejoras en este prototipo les permitieron llegar en 1965 a los 500 metros de profundidad.
Ya en 1967, volvió a reunirse con su tripulación en Fontaine de Vaucluse, junto con otro ingenio: un robot submarino teledirigido denominado Télénaute. Esta vez, esperaba que este aparato le permitiese lograr lo que no pudo en 1946: el origen del río. Consiguieron que el robot llegara a los 106 metros ante de alcanzar un sumidero por el que no podían pasar.
Esto, le animó a realizar una película denominada Épaves (Pecios), con lo que se continuaba una exitosa carrera documental, entre la que caben mencionar los tres Oscar de la Academia por El Mundo silencioso (1956), El pez dorado y Mundo sin Sol (1964) o la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1956. Y por supuesto, ¿quién no recuerda la maravillosa serie El Mundo submarino?
Durante 40 años, el Calypso, capitaneado por Cousteau y sus equipos, se dedicó a explorar el rico y frágil ecosistema marino. A la vez buque de trabajo, base de operaciones y hogar, el barco navegó desde las cálidas aguas de Océano Índico a las gélidas y tempestuosas aguas de la Antártida. Se convirtió en símbolo de un mundo que se podía explorar y cuidar. Pasó por duras pruebas como huracanes, tormentas, hielos perpetuos, icebergs y bancos de arena. E incluso una vez, en el Canal de Suez casi fue hundido por error durante el conflicto árabe-israelí de 1956.

Pero esta gloriosa vida dedicada a la investigación, tuvo su trágico final el 8 de junio de 1996, en Singapur. Ese día, a las tres en punto de la tarde, una barcaza golpeó al buque, dañándolo seriamente cuando se encontraba maniobrando para dirigirse una expedición en el Yang Tsé (Río Amarillo). El terrible golpe, perforó el casco y la vieja y gloriosa dama se fue a pique, reposando sobre el lecho arenoso del puerto de Singapur. Costó 17 días sacar el buque del fondo del mar, sin embargo, debido a los daños recibidos, su destino era ya irrevocable: sería el ejemplo, para las futuras generaciones, de la vida y obras de su tripulación alrededor del Mundo. Esas eran las intenciones que tenía el famoso capitán, que sin embargo nunca pudo llegar a ver cumplidas, puesto que el 25 de junio de 1997, a la edad de 87 años, fallecía como consecuencia de un ataque al corazón, mientras se recuperaba de un problema respiratorio que le había mantenido prácticamente apartado de su pasión, el mar, los últimos años de su vida.
El fallecimiento de Cousteau provocó una revolución entre los beneficiarios de su legado, que deseaban poseer los derechos derivados de toda su obra, con lo que su emblemático buque oceanográfico fue abandonado a su suerte desde que en 1998 fuera anclado en el puerto francés de La Rochelle. Una agria disputa familiar entre la viuda y el hijo del submarinista por hacerse con la propiedad de la embarcación, estuvo detrás del prolongado abandono que a punto acaba de forma definitiva con el Calypso.

La razón era que ambos dirigen dos sociedades que rivalizan para perpetuar el trabajo del explorador fallecido en 1997 y los dos reivindican la propiedad del barco para utilizarlo en distintos fines: mientras Francine Cousteau, segunda esposa del científico, proyectaba utilizar la embarcación como reclamo turístico en una compañía americana de cruceros, el hijo del submarinista, Jean-Michel, defiende que la nave debe quedarse en Francia y solicitó a varios arquitectos navales el diseño de un plan de restauración.

Finalmente, la Sociedad Cousteau y la Carnival Corporation, el mayor grupo operador de cruceros del Mundo, alcanzaron un acuerdo a finales de 2004 para restaurar el Calypso con la intención, una vez restaurado, de que se convierta en un centro de exhibición para las ciencias y el medioambiente. El Calypso llevó a los astilleros de Grand Bahama, donde se iniciaron los trabajos de restauración que tendrán un coste estimado de 1,3 millones de dólares. Se espera que a finales de este año de 2006, se den por finalizados los trabajos de restauración, si bien la nueva localización del barco, tras su reparación, se anunciará en una fecha posterior a su nueva botadura.
Hasta que llege ese momento, es su buque hermano, el Alcyone, la hija del viento, quien se encarga de continuar mostrándonos las maravillas del mundo submarino..."

martes, 3 de agosto de 2010

Cueva de los Murciélagos

     Setenil cuenta con una pequeña pero entrañable cavidad conocida como la "Cueva de los Murciélagos", en los escarpes del río Trejo. Esta cueva oradada en la biocalcarenita,  es el resultado de una fractura en las capas estratigráficas de areniscas y unidades silíceas. Nos ofrece un espectáculo singular por su sinuosidad, ya que fue un antiguo manantial de agua que hoy día se encuentra seco, aunque en el período invernal puede llegar a disponer de una mínima cantidad de agua. Sus paredes nos ofrecen un conjunto de curvas intrincadas hasta su final, el cuál no se encuentra situado a una distancia superior de 100 m.
    
     Es una cueva sencilla en su acceso y sencilla de cruzar, aunque hemos de respetar ante todo la fauna que aún hoy conserva, representada por un pequeño grupo de  murciélagos; así mismo, hemos de respetar sus pequeñas estructuras estalacmíticas y estalactíticas con el objeto de que todos podamos disfrutar de una excepcional experiencia en su interior.


     Uno de nuestros jóvenes amigos, su propia presencia es indicador de la calidad que nos ofrece el lugar.

lunes, 2 de agosto de 2010

Cine

A partir de septiembre comenzará una nueva sesión en el club... Cine. Tendremos cine de todo tipo, remitir vuestras propuestas y opiniones.

1.AIRBENDER

2.KARATE KID

3.ENTRENANDO A MI DRAGÓN.

4.ECLIPSE

5.EL PRINCIPE DE PERSIA Y LAS ARENAS DEL TIEMPO.


6. 666

martes, 20 de julio de 2010

Próxima exposición fotográfica.

K17Club les invita a la próxima inauguración de la exposición fotográfica... Enigmas.


Setenil ha sido el epicentro de la actividad de trabajo de la exposición.

Tendrá lugar los días 30 y 31 de Julio de 2010 (lugar por determinar).

domingo, 11 de julio de 2010

ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO

Gracias a tod@s.



La emoción de un campeón del mundo.
El beso más deseado del mundial.



lunes, 5 de julio de 2010

Los bajo relieves de "La Clica".

Los rostros de nuestro pasado.

   Actualmente el equipo de arqueología se encuentra sumido en el proceso de investigación sobre "La Clica", aún en sus inicios, las preguntas desvelan ámbitos y propuestas muy interesantes que iremos comunicando en el blog.
   Primeramente estamos analizando el lugar, en todo su contexto, seguidamente nos encontramos estudiando de forma muy singular los bajorrelieves encontrados, centrándonos en los rostros, así mismo, se está investigando toda la documentación histórica existente con el objeto de dar algo de luz o mejor dicho... dar respuesta a nuestras preguntas.
Imagen tratada con infrarrojos.

Imagen tratada con infrarrojos.


Imagen infrarroja y tratada con polarización.
Equipo K17Club Arqueología

Coraima Gutiérrez Durán (Coordinadora)
Virginia López Bastida
Lidia López Bastida
Valen Bastida Morilla
Cristina Bastida Rodríguez
Celia López Parra
Jesús López Jíménez





















martes, 29 de junio de 2010

ENIGMAS

Los rostros de La Clica

Aún no tenemos respuestas, las tendrías tú.

                                                                             Valen Bastida

Aún hoy podemos encontrarnos rincones de los cuales no poder obtener respuestas a nuestras preguntas, la Clica es uno de esos lugares maravillosos que esconden en su seno... enigmas.

                                                                                Lidia López

Rostros de un tiempo desconocido, relieves de rostros que permanecen hieráticos a la espera, pero de qué.

                                                              Valen Bastida

                                                                      Valen Bastida

Actualmente el grupo de fotografía del K17Club ha recogido la documentación fotográfica necesaria para pasarla al equipo de investigación. En breve esperamos dar respuesta a todas aquellas preguntas que hemos sido capaces de plantearnos pero que no hemos sido capaces de responder.

                                                                            Virginia López

   Las hipótesis de inicio nos hacen pensar en todas aquellas personas que han vivido en este lugar, ya que pudieron hacerlas ellos mismos, cabe dentro del planteamiento hipotético de inicio. Aunque también existen otras culturas que establecen este tipo de iconografía, y nosotros nos estamos inclinando más hacia esta postura. Los presentes rostros pueden mantener una vinculación mágica-religiosa, gestándose en la presencia de los muertos entre los vivos, la permanencia se establece en el hogar o en los lugares de culto. Así mismo, el culto a los ancestros es una base de culto muy antigua y extendida, en ámbitos culturales que están muy presentes en Setenil desde época tardoromana o bajo medieval.

   La Clica guarda en su seno otros secretos, ya a finales de la década de los ochenta del pasado siglo pudimos visitarla y ver buena parte de esas construcciones que hoy en día quedan totalmente escondidas, unas, y completamente enterradas, otras. La Clica  ha sido el hogar de otras personas, de otras gentes, de otros pueblos, de otras culturas en un tiempo que por ahora ha sido olvidado.

El equipo de investigación del K17Club Ftografía y Arqueología ha desarrollado el proyecto de interpretación, estando actualmente ejecutando una actuación de investigación junto con profesores de la Universidad de Granada y Almería.

Equipo K17Club Fotografía

Virginia López Bastida (Coordinadora)
Lidia López Bastida
Valen Bastida Morilla
Cristina Bastida Rodríguez
Coraima Gutiérrez Durán
Juan
Víctor
Yeray Rodríguez González
Celia López Parra
Jesús López Jiménez